La Ruta 66 es la famosa carretera federal creada en 1926 para cruzar Estados Unidos de costa a costa y acercar así el Oeste a todos los que soñaban con un futuro mejor. Esta carretera se ganó la fama al convertirse en una de las principales rutas de emigrantes hacia el Oeste.
La Ruta 66 empezaba en Chicago y cruzaba los estados de Illinois, Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, New Mexico, Arizona y California, finalizando en Los Ángeles. Cuatro mil kilómetros de longitud que han ido cambiando con el paso de los años y el inevitable progreso.
En 1985 la Ruta 66 fue descatalogada al construirse la red de Autopistas Interestatales. A pesar de ello, algunos estados como Arizona y Nuevo México, empezaron a señalizar la antigua carretera como la «Histórica Ruta 66». Con el paso del tiempo se ha ido convirtiendo en un icono para quienes quieren rememorar el viaje de costa a costa de aquellos primeros aventureros de los años 30.
El tramo mejor conservado de la Ruta 66 es el que va de Kingman a Seligman. Allí la autovía I-40 no siguió el itinerario original dejando a la vista la antigua Ruta 66 para siempre. Pero también hay poblaciones que aunque ya no gozan del mítico asfalto de la Ruta 66, han sabido guardar un encanto especial de lo que antiguamente fue «The Main Street of America», como Oatman, Williams, Flagstaff o Winslow.
OATMAN – Ruta 66
Oatman es una de las muchas poblaciones que surgieron en el Oeste americano como consecuencia del hallazgo de un filón de oro en el año 1915. Su población aumentó en 3.500 habitantes en solo un año, pero la alegría duró hasta que la veta se acabó. En los años ’60 Oatman fue abandonado y las bestias que se utilizaban para la extracción en las minas también.
Cuando la Ruta 66 empezó a ganar popularidad como reclamo turístico, Oatman también se subió al carro y empezó a explotar la anticuada arquitectura propia del Lejano Oeste que aún seguía en pie en la calle principal del pueblo. El Oatman Hotel, construido en adobe es una de sus atracciones, ya que en su suite pasó la noche de bodas Clark Gable y Carol Lombard.
Pero lo que más curiosos atrae a Oatman son los burros, que campan a sus anchas en busca de comida fácil que los viajeros pueden comprar. En las tiendas del pueblo en vez de souvenires, puedes comprar zanahorias o alfalfa por 1$.
KINGMAN – Ruta 66
En Kingman ya sí se empieza a notar la pomposidad de la Ruta 66. Su estratégica situación en el cruce de caminos entre Las Vegas y el Gran Cañón la permiten hacer caja a base de museos, tiendas de recuerdos y retro-restaurantes como el Mr D´z, situado en el 105 E Andy Devine Avenue. Es un típico restaurante de los 50 con sillones de colores, gramola y camareras con cafetera en mano.
Justo al lado de este restaurante hay un pequeño parque donde se encuentra la famosa locomotora Santa Fe, una locomotora a vapor de dimensiones increíbles, que descansa en Kingman después de haber recorrido a lo largo de su historia 2.585.600 millas desde 1928. Su trayecto era Los Ángeles – Kansas City y fue donada a la ciudad de Kingman en el año 1953.
HACKBERRY GENERAL STORE – Ruta 66
Abandonando la I-40 comienza el tramo mejor conservado de la Ruta 66 entre esta Kingman y Seligman. La carretera allí discurre por paisajes desérticos, pueblos destartalados del Oeste y lugares tan curiosos como el Hackberry General Store, en el 11255 E Hwy 66, Hackberry, Arizona 86401.
El Hackberry es una gasolinera convertida en tienda de souvernirs de todo tipo que contenga el mágico número 66. Viejos surtidores, señales retro, un Corvette antiguo, coches en estado decrépito y toda la basura necesaria para crear un ambiente óptimo para la fotografía.
SELIGMAN
Seligman es el pueblo más recargado de todos. Mucha gente denominaba “la calle principal de América” a la Ruta 66 y esto es lo que han querido plasmar los habitantes de Seligman, representando todos los iconos que estamos acostumbrados a ver en el cine americano.
En realidad es un pequeño pueblo, con una «Main Street» repleta de bares y tiendas con decoración excéntrica. Ángel Delgadillo, un barbero local que ha hecho de su barbería un pequeño museo/tienda, es uno de los puntos más visitados. En fin, todo es un tanto artificial y turístico, pero curioso de ver.
WILLIAMS – Ruta 66
A Williams las obras la tuvieron que quedar aislada forzosamente, puesto que la autovía I-40 no podía pasar por el centro del pueblo. Pero aunque Williams no quedó aislada en uno de los tramos abandonados de la Ruta 66, ha sabido explotar todo su potencial gracias a que se encuentra justo antes de tomar el desvío que se dirige al Gran Cañón del Colorado.
Willimas es un típico pueblo de «Old West» por el que antiguamente pasaba la ruta 66, haciendo de dormitorio a todo aquel que no encuentra alojamiento en el Village del Gran Cañón o quiere tener una estancia más animada y con más «sabor». Es un pueblo muy turístico, lleno de restaurantes, moteles y bares.
FLAGSTAFF – Ruta 66
Flagstaff era en tiempos una de las paradas más importantes dentro del itinerario de la antigua Ruta 66. Hoy la mítica carretera por el centro Flagstaff se ha convertido en Santa Fe Avenue. Solo una docena de edificaciones siguen guardando el estilo propio del Oeste, como el Weatherford Hotel, donde aún es posible alojarse por un precio más que razonable. Dormir en cualquiera de sus habitaciones es entrar en la historia propia del Oeste y como no, de la Ruta 66.
WINSLOW – Ruta 66
La única atracción que podemos ir a buscar a Winslow es uno de los murales más chulos de toda la Ruta 66, que se encuentra en la intersección de la calle N Kinsley Ave con la Old Hwy 66. Allí mismo, Standin ‘on the Corner Park, conmemora la canción «Take It Easy»de los Eagles con un mural de dos pisos y una estatua de bronce de tamaño natural parado en la esquina junto a su guitarra.
La canción de los Eagles dice: «Bueno, estoy parado en un rincón de Winslow, Arizona, y tengo una vista tan bonita que ver. Es una niña, mi señor, en un Ford plano que disminuye la velocidad para echarme un vistazo».
HOLBROOK – Ruta 66
Holbrook se encuentra en rodeada de reservas indias, al norte los Navajos, al sur los Apaches y al este los Zuñi. Por eso la cultura india o mejor dicho, nativa, está muy presente en Holbrook. De hecho, las gasolineras del pueblo son propiedad de los indios y como estos tienen subvenciones del gobierno estadounidense, puedes repostar más barato.
En Holbrook puedes visitar el museo de los indios Navajos, “The Historic Navajo County Courthouse”, pero estoy seguro de que si has llegado hasta aquí por la Ruta 66, será para dormir en un tipi indio del Wigwan Motel. La exclusividad de este lugar hace que tengas que reservar con muchísima antelación solicitando tus noches al siguiente email: reservations@sleepinawigwam.com
Los tipis están organizadas en un semicírculo rodeando el museo donde se puede ver la colección de objetos y piezas de la Ruta 66 que pertenecieron al fundador de la cadena de moteles Wigwan, Chester E. Lewis. Hoy en día solo sobreviven tres: en Arizona, Kentucky y California.
PETRIFIED FOREST – Ruta 66
Antes de volver y retomar tu ruta por los parques nacionales de la Costa Oeste, no te olvides de pasar por Petrified Forest. Se encuentra a solo 26 millas de Holbrook. Allí las fuerzas tectónicas cuando formaron la meseta del Colorado sacaron a la luz lo que hace 200 millones de años fue un bosque de coníferas prehistóricas.
Vale la pena ir incluso si sólo tienes unas horas para explorar el parque. El Bosque Petrificado se visita en coche completando los 45 kms de su carretera principal, donde hay una serie de miradores en los que se pueden hacer rutas a pie para ver de cerca los troncos fosilizados o simplemente disfrutar de las vistas.